Cuando era pequeño uno de mis grandes sueños era llegar a ser jugador profesional de Fútbol. Cada noche al irme a la cama me sumergía en un partido en el que yo era el protagonista y gracias a mis goles conseguíamos el triunfo!!! Pero cuando tuve la oportunidad de dar un paso hacia ese sueño, tuve que decidir. Tendría que elegir entre entrenar cuatro días a la semana y convertir el deporte en pura competición, o seguir jugando con mis amigos y disfrutar del fútbol como algo divertido y saludable...
Y aquí estamos, el domingo pasado jugué el último partido de la temporada con mi grupo de amigos de siempre. No he llegado a ser el futbolista profesional que pretendía ser, pero no me arrepiento de la decisión que tomé en su momento. Hay sueños que no merecen la pena cumplir, y aunque es difícil renunciar a ellos, con el tiempo te das cuenta de que, a lo mejor, no era lo que buscabas.
Aquí os dejo una foto de mi equipo, no somos la selección española, aunque nuestra calidad es comparable, jeje
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| El mejor equipo de.... la Arganzuela. ;p |
Tener el valor para tomar las decisiones en nuestra vida por nosotros mismos y aceptar lo que pase, es algo muy bueno, al menos a mi me parece, al final lo mejor o lo peor siempre es relativo
ResponderEliminarPues mira, yo creo que en realiad has cumplido otro sueño: el de la amistad. Disfrutalo porque es un tesoro muy valioso.
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