UN SECRETO...

En otra de las sesiones de Educación Artística tuvimos que escribir un secreto que no nos resultara agradable, rodearlo de un trozo de  tela  y coserla (cada uno hizo lo que pudo…). Sobre él,  tuvimos que pegar una imagen plastificada que contrarrestara  la  energía negativa del secreto. En mi caso, elegí una foto de una revista en la que aparecía una playa paradisiaca. Con esta imagen realizamos unas chapas que nos pusimos durante el ritual. Esta parte es la que más me llamó la atención de la actividad, ya que normalmente no soluciono mis problemas cantando y bailando alrededor de un árbol (con todos los secretos colgados).  Tal vez ese secreto perviva en nuestras mentes siempre pero ese momento que vivimos en clase nos llenó de energía y vitalidad, a la vez que nos reforzaba como grupo (tal y como ha pasado con otras actividades).

Los rituales me parecen un tema interesante. No es que crea demasiado en sus efectos pero sí dan esperanza para conseguir ciertas cosas. Hay quien cree en los rituales para conseguir el amor, dinero o atraer la buena suerte. No conozco ninguna evidencia de que esto haga algún tipo de efecto pero estoy segura de que es una buena forma de llenarte de positivismo y alegría en busca de lo que persigues.  Esto me recuerda al libro de “El secreto” (que curiosamente  coincide con el título de la entrada), en el que se habla de la fuerza de atracción, es decir, que si una persona piensa y cree con todas sus fuerzas que se va a cumplir, acabará cumpliéndose, atrayendo eso que desea.

He de concluir diciendo que yo soy de las que piensan que para conseguir algo hay que esforzarse y, si en ese camino muestras alegría, la búsqueda resultará más fácil.  Y aprovecho para poner una canción, “El secreto de las tortugas”: 

Nadie se hará el camino sin suerte.

    Que aquí la pena en pedacitos se convierte.

    Te aguarda un mundo entero, titiritero,

    no lo hagas esperar... =)